jueves, 11 de noviembre de 2010

Danzantes


Danzar, forma y siempre ha formado parte de mi, desde muy niña mi cuerpo se estremece y mueve al ritmo de cualquier sonido, incluso hay veces que se mueve al ritmo de algún tipo de melodía interior que mi mente consciente no es capaz de oír, pero imagino que alguna parte de mi, quizás ese yo profundo si oye.

Y es que danzar, forma parte de la vida, se puede expresar tanto con la danza, danzamos si estamos alegres, si estamos enamorados y si estamos tristes, he llorado mis penas y sacado mi rabia, al ritmo de mil melodías.

Y ahora, danzo en compañía, danzo con otras mujeres, danzo mis penas y mis alegrías, las miro a los ojos, las rozo con mis manos y les hablo con mi sonrisa, perdemos el miedo a dejarnos llevar, por mil melodías y juntas aprendemos, a decir en alto, muchos sies y noes que hay que decir en la danza de nuestras vidas.

Danzo entre mujeres, altas, bajas, gruesas o delgadas, danzo a la vida, expreso sin palabras, danzo con muchas almas, almas puras, almas cansadas, a veces, dolidas, , joviales un día, preocupadas otras, nos miramos y no hacen falta palabras.

He aprendido tantas y tantas cosas de vosotras, ya no me dan miedo vuestros abrazos, mi vuestro contacto, gracias por enseñarme, que puedo cerrar los ojos y dejarme llevar por vosotras, indicareis los obstáculos del camino y no dejareis que caiga. Gracias por enseñarme, que los abrazos no duelen que las miradas dan y no intentan buscar nada que no sea otra mirada cómplice mientras sigue la danza.

Espero algún día poder devolver todo lo que me disteis con vuestra danza y deseo alguna vez, poder danzar bajo la luna llena y descalzas que es como mejor se danza, no solo por la luna si no por que estaréis conmigo en ese danza.