domingo, 29 de mayo de 2011

El gran rito


Veo elevarse las llamas de mil hogueras en tu honor, la suave brisa, eleva hacia el cielo estrellado las encendidas esquirlas, que parecen danzar hacia la luna.
Se oyen tambores lejanos, que suenan a un mismo compás, es el latido de la naturaleza, que pide paso a su señor, es la vida que germina, a cada paso del joven cazador.
Y de entre las llamas emerge una figura mas culmina, es el que acude a nuestra llamada, viene hacia mi, pues yo soy su altar y su semilla el sacrificio, una vez mas, se cumplen las profecías, una vez mas, la tierra es regada por su fértil semilla, una vez mas la vida es engendrada.

lunes, 2 de mayo de 2011

Respirando

Descanso bajo la sombra del árbol sagrado, siento las fuertes raíces con las que se aferra a la húmeda tierra, regada por la lluvia de la primavera y la suavidad del musgo que crece bajo sus pies,  y aun siento las gotas frescas de rocío resbalando por sus verdes y tiernas hojas, mientras una suave brisa trae a mi la fragancia de mil flores que se abren a la vida y a mis oídos llega el intenso zumbido de las laboriosas abejas recolectando su dulce néctar. El murmullo de un cercano arrollo, me trae la frescura y el canto de las náyades mientras peinan sus largos cabellos con su peine de oro. Y a mi alrededor veo revolotear azarosos pájaros, que van y vienen algunos con pequeñas ramitas en sus picos para construir sus nidos, otros cantan o agitan su colorido plumaje en una danza singular de cortejo.
Y casi puedo vislumbrar en un claro del bosque, la figura de los dos amantes, en su lecho nupcial, al pie de aquel viejo roble, rodeados de amapolas.