Descanso bajo la sombra del árbol sagrado, siento las fuertes raíces con las que se aferra a la húmeda tierra, regada por la lluvia de la primavera y la suavidad del musgo que crece bajo sus pies, y aun siento las gotas frescas de rocío resbalando por sus verdes y tiernas hojas, mientras una suave brisa trae a mi la fragancia de mil flores que se abren a la vida y a mis oídos llega el intenso zumbido de las laboriosas abejas recolectando su dulce néctar. El murmullo de un cercano arrollo, me trae la frescura y el canto de las náyades mientras peinan sus largos cabellos con su peine de oro. Y a mi alrededor veo revolotear azarosos pájaros, que van y vienen algunos con pequeñas ramitas en sus picos para construir sus nidos, otros cantan o agitan su colorido plumaje en una danza singular de cortejo.
Y casi puedo vislumbrar en un claro del bosque, la figura de los dos amantes, en su lecho nupcial, al pie de aquel viejo roble, rodeados de amapolas.
1 comentario:
estabas inspirada eh? jejejeje la verdad es que es una pasada todo lo que podemos ver, oir, sentir conforme se acercan los cambios de estacion. y justo este es de los que mas se notan tanto en el humor como en el ambiente. a mi me llena de ganas de vivir ^^ es la luz que vuelve justo cuando mas la echabas de menos, cuando más se hace notar y cuando mas sientes su compañia. Espero que te sigan saliendo letras así de bonitas ;)
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