Ya
hace muchas lunas que esta que os escribe camina por estos senderos,
miro hacia atrás y medito sobre el camino recorrido, parece muchas
veces tan tan lejano y otra tantas me parece que fue ayer cuando
descubrí entre las lineas de un libro, que eso que yo sentía tenia
nombre, y mucha mas gente que lo sentía igual o parecido a mi.
Al
mismo tiempo, me doy cuenta que solo estoy ante el umbral de este
camino espiritual de autoconociemiento, y me vuelvo a ver caminando,
por el margen de la carretera de la vida, mientras las ultimas hojas
de los arboles caen a mi alrededor y se acerca la noche mas larga, la
noche mágica en la que todo cambia en la que desde dentro de la mas
profunda oscuridad resurge de nuevo la luz.
Y
parece que todo esta siendo en mi vida así, que poco a poco la
oscuridad, las nieblas, la incertidumbre va dando paso a la claridad,
la luz, la serenidad, la estabilidad.
Aunque
todo cambio, todo nuevo ciclo nos trae muchas veces estrés, caos y
últimamente pienso que la vida no me da para mas, pero creo que todo
esto ira estabilizándose a lo largo del nuevo año, solo necesito
coger aire, la energía renovada del dios, la templanza de la diosa
anclar los pies bien en la tierra, dejar que las aguas acaben de
arrastrar todo lo que sobra y el fuego me de el ímpetu necesario
para no dejar de caminar.