Cuatro años después de mi ultimo post
justo cuando se vuelve a acercar Ostara, vuelvo a escribir una
entrada en mi blog. No se en que momento se pierden las buenas
costumbres, supongo que también la vida nos da otras cosas que
hacer, nos estresa, nos marea y nos lia. Supongo que mi vida como
decía mi ultimo post es tan cambiante que una no sabe el por que de
dejar unas cosas en tu vida en post de otras.
Cuatro años después, he conseguido mi
pequeño paraíso,aquí a los pies de la preciosa sierra calderona,
mi vida es apacible y relajada. Me he vuelto muy solitaria, somos mis
animales, mis arboles, mi marido y yo, poco mas necesitamos . Sigo
conservando algunas amistades de antaño, muy pocas, muy
seleccionadas. La mayoría viven muy lejos de mi, pero cuando lo
necesitamos siempre esta el contacto por wassap o teléfono.
He aprendido tanto de la tierra y de
sus ciclos en estos cuatro años, he desterrado tantas ideas, he
desechado tantas costumbres y que abrazado tantas otras. Hace un mes
que limpiamos nuestro huerto de verano y lo preparamos para poder
sembrar, es tan satisfactorio, ahora celebro esas pequeñas cosas
como ver la primera flor de mi almendro bebe( si por que es muy
pequeño aun) cultivar mis propias plantas mágicas, hacer mis
propios inciensos y atados.
Recoger todos los días los huevos de
mis gallinas, las gallinas que graciosas son, que curiosas, nunca
imagine que fueran las primeras en darme la bienvenida cuando llego a
casa, nada mas abrir la puerta del garaje mientras meto el coche
dentro, no paran de cacarear y llamarme.
Son estas pequeñas cosas las que ahora
llenan mi día a día y si digo llenan por que me dan una paz, una
plenitud, que antes no me daban ir a rituales, ni hacer kdd ni nada
de todo eso, que en teoría formaba parte de mi espiritualidad.
También entiendo que cuando vives rodeada de asfalto, de edificios y
de coches, tomarte ese pequeño tiempo para escapar aunque sea a un
parque de tu ciudad, es satisfactorio espiritualmente hablando.
Pero cuando tu respiras todos los días
la tierra bajo tus pies, muchas cosas pierden importancia, dejas de
pensar en hacer un gran ritual para Ostara y solo piensas cuando sera
buen día para plantar los tomates y los pimientos etc.... te
deleitas mirando los primeros brotes o celebras cada primera flor de
cada uno de los frutales que tenemos en casa.
Disfruto mi tiempo libre haciendo jabón
o sahumerios, mermelada, velas, cremas, pomadas etc... son esas
pequeñas cosas las que llenan mi vida y mi alma.
Muchas cosas han cambiado en estos
cuatro años y muchas mas supongo que cambiaran en los años que
tienen que venir. Sigo teniendo mi altar y mi templo, le dejo
ofrendas a la Diosa, pero ya no siento la obligación de celebrar
cada rueda del año, cada luna etc. Celebro de otra forma, como os he
contado, con cada brote, con cada flor, con cada conserva que hago,
así celebro los ciclos de la tierra enterrando mis manos en ella.
Cuatro años después...... solo cuatro
años después.