martes, 28 de agosto de 2012

Caen las hojas


Caen las hojas, caen hacia un abismo incierto y complejo, mis pensamientos se alejan con ellas, mientras se precipitan lentamente hacia ese vació infinito, al igual que las hojas mi mente gira en infinitas espirales, y tras de si queda la nada.
No hay futuros a la vista, en esta densa y oscura caída de mi ser y de mi espíritu, no hay donde cogerse para frenar la caída, no hay lucha en este movimiento, solo dejarse llevar hacia la total oscuridad.
No hay búsquedas de paraísos, ni en mi mente ni en mi espíritu, ya no hay mañana, solo el ahora, que es tan incierto, confuso e hiriente, como fue el ayer y quizás como sera el mañana, pero es inútil pensar en el mañana ahora, pues todos los mañanas acabaran siendo un hoy. Y terminaran siendo un ayer y no quiero mirar hacia atrás, pues el ayer, tampoco fue brillante, jamas nada fue brillante en mis horas, ni lo serán mis mañanas, solo serán continuos y dolosos momentos que no querré recordar.
Caen las hojas caen hoy igual que ayer.

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