Hay noches, que las letras de mi
teclado me llaman para ser acariciadas, pero mi mente esta en mil
lugares alejados de ellas, mis manos intentan deslizarse sobre ellas,
pero no consiguen crear ningún verso, no crean mágicos lugares ni
paraísos mágicos.
Mi mente y mis manos esta noche igual
que otras muchas no están en armonía, no se conjugan para crear
mundos paralelos a los que escapar, se empeñan en andar por
separado, la luna no me habla, pues esta en su momento de letargo, la
miro y le riego que venga a mi una noche mas, pero esta cansada
imagino, cansada como mi mente, cansada como mis manos.
Quizás no es un día mas el momento de
escribir, pero mis manos no pueden parar de acariciar las teclas, mi
mente no para de pensar incoherencias y me dejo llevar, fluir ,
arrastrar sin pensar, sin hablar, sin parar.
Una noche mas, es una noche menos, una
noche mas, es como otra cualquiera, solo es una noche, solo soy yo, y
solo son mis manos abandonadas de mi mente deslizándose por un
teclado.
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