Cuando te conocí eras un niño, al que
tenia que proteger, pero as ido creciendo día a día a mi lado y
ahora eres tu quien me protege a mi.
Perdóname si alguna vez no he sabido
verte, o no supe entenderte, si alguna vez no supe mostrarte lo
importante que eras para mi. Gracias por perdonar mis errores y
aceptar que no puedo ser perfecta que las mareas nos arrastran a
todos incluso a mi.
Por mostrarme que puedo caer rendida
entre tus brazos y descansar toda la noche, sintiéndome protegida,
que el mundo se puede derrumbar ante mis pies, pero tu no dejaras que
me caiga y cuando todo pase podre levantarme con impulso renovado.
Por sostener un faro y alumbrar mi
camino, para que la oscuridad de mis miedos y los monstruos de mis
inseguridades no puedan vencerme entre las tinieblas.
Gracias por mostrarme con tus palabras
la luz que hay al final del túnel de mis malos momentos, por
mostrarme la fortaleza que hay en mi y que no siempre puedo ver, por
mirarme con esos ojos preocupados, por mirarme con esos ojos,
admirados, gracias por enseñarme como me ves.
Te quiero.
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